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¡Madre Mía!

¡Madre Mía ! ¡Madre mía! Eres un poema hecho carne, En honor a tu cabellera blanca grisácea Que denota la Sabiduría insaciable; Describiéndote como hermosa es poca cosa, Bellamente humana pero celestialmente vanidosa.   Perfecta es tu palabra meditabunda, Tu sonrisa que representa fortaleza Fuente de inspiración perpetua, Latido que desborda cada palmo, ¡Cada célula de tu ser, de tu vientre!   Siempre anhelo estar entre tus brazos, Ante el Sollozo beso, de un te amo silencioso, ¡De un quédate, hijo en mi regazo! Sin importar el tiempo, ni la distancia, Con esos tus ojos; mi ángel en mis miedos y fracasos.   ¡Madre mía! Eres mi todo, mi universo; Mi vida hecha coraje y tenacidad, Oriunda de la brisa llanera, Majestuosa e imponente mujer, ¡Por eso alabo a tu creador, por tu bendita vida!   ¿Quién soy yo? El hijo del mercurio ¡mercurio! puro, brillante, como Madre, Defendiendo tu patrimonio, tu oro; tus hijos que son y serán amor etern

"TU AMOR ES HONRA"

"TU AMOR ES  HONRA" Elegiste el camino de ser padre, honrando con amor a los tuyos, con bondad de gladiador haces historia, con tu marca indescriptible de poder; poder ser el mejor padre del mundo, el que da la vida por los que ama, sin recompensa, sin esperar nada, porque solo es un hombre amado, al que por la eternidad le llamarán padre; gracias a su semilla fecunda llegó a la profundidad de un vientre amado, bendecido y con amor idealizaste a su hijo, con el ADN le hizo responsable de prolongar la existencia. Como un caballero, dominante con el sabor de la palabra, la sabiduría, reinventaste los días grises para que tu hijo siempre los viera soleados, le acompañaste a crecer alimentando su espíritu, de honorabilidad e intelecto, para hacerle fuerte ante la adversidad, reconociendo que los hombres también lloran, que se equivocan, pero es de humanos corregir sus actos. En tu andar de pasiones ves crecer a tus hijos, los verás real

TE INVITO!

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"UNA SONRISA ELEVA NUESTRA SENCILLEZ Y EL PODER DE SER LIBRES " CARIÑO PARA UN LOS QUE SIEMPRE ESTAN EN MI ALMA AHIDALID ALVARADO ROJAS
VARONIL ALIENTO Varonil tus ojos de aliento, en un corazón adormecido, tan valiente como un suspiro, al combatir el amor de una dama dejándola  rendida a tus pies. Por que tus pies son plomo o tal vez son de hombre; inspirador en lo meditabundo, sonrojado a la espera de verle rendida y en silencio. Mi señor, he de negarlo Por que nadie será inferior a un deseo sin renglón, al simple beso de amor por que eres un hombre. Hombre lleno de virtudes, recio  de pensamiento, ¡Caballero!  bohemio de tertulias perfecto como la mentira.. pero imperfecto como el amor. Hoy el corazón de la belleza como siempre exalta y honra tu palabra, tu mirada, tu razón; por que nadie ha de amarte como la dueña de tu voluntad. Tan valerosa es tu proclama libre de toda atadura, esclavo de la hermosura de la musa  que te describe como una seducción inevitable! Por que todo lo puedes; con un abrazo derrites el hielo, dominas, perturba

MI POLÍTICA PÚBLICA ...

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MI POLÍTICA PÚBLICA... Mi política pública; Es amarte a manos llenas desbordando sueños efímeros en realidades eternas por que nadie ha de amarte sin razones justas. Eres un deseo privado que trasciende a lo público, coherente a un perverso sueño, ser integro en la equidad de tus caricias y mis besos. La perspectiva de mi política, es mi retórico discurso, que armonizan tus ojos, entre tu cuerpo y el mío, amándote sin lamentaciones. Solo la aprobación de tus gemidos, a ejecutar beso a beso, para no dejarte, no soltarte dormido y enmudecido, gritando: ejecútame, ejecútame! como un plan de tu gobierno. Para evaluar palmo a palmo cada rincón de tu cuerpo. publíquese, ejecútese y cúmplase, como la modernidad de amarte firmemente sin más parlamentos. AHIDALID ALVARADO ROJAS Me Reservo Derechos De Autor

CAFÉ FRIO Y POÉTICO

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CAFÉ FRÍO Y POÉTICO Café frío y poético como el éxtasis de tus ojos o la penumbra de tus besos, es el tinto que acelera un toque, a mi corazón desmedido, por los años que te has perdido, sin agitar la dulzura de un poeta como la tormenta meditabunda, al precipitar un anhelo acongojado, en el abrazo de tus besos, entre éste café y éste frío, embrujando tus labios a los míos en un acto volitivo; arrullo en el minuto de las almas al son de la cafeína; acelerando mis versos; un café frío y poético, sollozo en las palabras silenciosas, de tu mirada apabullante, diciendo: ¡Quédate, quédate! un instante en ésta poesía, atado a mi alma fría como capricho inspirador, de un café Colombiano, tan solo tuyo y mío. AHIDALID ALVARADO ROJAS Me Reservo Derechos De Autor